¡Holi, caracoli! Hacía bastante tiempo que no os dábamos una buena dosis de consejos para trabajar mejor, esa gran obsesión nuestra: mejorar la productividad personal.
No sé si tú también vas por temporadas, pero hay momentos en los que me siento muy estancada y parece que no consigo volver al ritmo de trabajo. Por eso, después de mucho tiempo y un gran autoanálisis (y sí, también algún que otro reels en Instagram), una acaba encontrando qué es lo que mejor le funciona para mantener la productividad personal.
Porque no nos vamos a mentir, trabajar a buen ritmo nos da una gran motivación diaria. De hecho, tiene su explicación, y es que nuestro cerebro activa el mecanismo de recompensa cada vez que completamos una tarea.
Así que para que le des caña a esa dopamina, te traigo un total de 13 hábitos para mejorar la productividad personal.
¡Al lío!
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13 hábitos para ser súper productivo en tu vida personal
✨ Ser ultra organizada
Llámame básica por empezar por este consejo, pero te sorprendería la de gente que no se apunta lo más mínimo.
Si quieres mejorar la productividad personal no puede faltar este paso. Y no solo lo digo porque soy de las que se levanta y se olvida instantáneamente de a por qué iba. Apuntar todo lo que tienes que hacer y las pautas a seguir para cada tarea es esencial.
Si eres de las que se acuerdan de todo, no te preocupes, hazlo aunque sea por el grandísimo placer de tachar algo de una lista. Probablemente de mis sensaciones favoritas junto a que me dé el sol.
Que si libretas, que si listas, que herramientas para trabajar como Asana o Notion, lo que sea. Puedes ir probando y ver cuál es más intuitivo para ti y fácil de manejar. No debe ser muy enrevesado porque te cansarás y dejarás de usarlo. Puedes mezclarlos, o ser una loca como yo y usarlos todos.
✨ Establecer metas y objetivos
Uno de los hábitos que más te va a ayudar a mejorar tu productividad personal es establecer diferentes metas y objetivos concretos. Cuanto más concretos sean, mejor, ya que te será mucho más fácil completarlos y pasar al siguiente (tachando la lista, por supuesto).
Estas metas deben establecerse tanto a largo como a corto plazo, y sobre todo deben ser realistas. Así sabrás dónde debes mantener el foco. Por ejemplo, divide las tareas complejas en tareas más sencillas. Enfrentarse a una tarea grande puede resultar abrumador, pero si la desgranas en otras tareas menores, verás cómo la vas haciendo sin ningún problema, abordándolas de una manera mucho más eficiente.
✨ Hacer descansos estratégicos
Si piensas que cuantas más horas trabajes más productiva eres, ERROR.
El cerebro se va quemando, y llega un momento que no podemos más y acabamos tirando nuestro tiempo delante de una pantalla sin sentido. Haz descansos cuando lo necesites sin llegar a procrastinar, y mejor que mejor si encima los aprovechas para moverte.
Si teletrabajas lo tienes bien easy: hazte el desayuno, pon una lavadora, riega las plantas, limpia un poco. Chica, ya que hablamos de productividad… O sal a por un café. Pero intenta evitar quedarte sentada en la silla haciendo scrolling, sigues en la misma postura y sigues delante de una pantalla. ¿A eso lo llamas descanso?
A veces dejar de trabajar unos minutos estratégicos es la mejor forma de aumentar tu productividad y ahorrar algo de tiempo.
✨ Cambia de postura
Me declaro como la mayor fan de los escritorios elevables, porque tienen demasiados beneficios. Poder ir cambiando de sentada a de pie es muy saludable, te activa si estás con algo de sueño, puedes aprovechar para bailar mientras festejo que entrego otro calendario a un cliente…
Es verdad que es una inversión, pero si no eres muy picky los hay bien baratos y son un upgrade increíble para mejorar la productividad personal. Porque te aseguro que la productividad también depende mucho de cómo nos encontremos físicamente.
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¿Puedes lucir más profesional en tu casa con este setup? Yo creo que no. Y a veces todo es simplemente eso: fake it till you make it.
Pero lo más importante es que de esta forma evitas los efectos de trabajar sentado: dolor de espalda, mala postura, sedentarismo…
✨ Deja de hacer brainstormings
A ver, los brainstormings están genial para que fluya la creatividad y salgan ideas muy espontáneas y dinámicas. Pero seamos honestas, no puedes dejar todo en manos de una lluvia de ideas. Primero porque lo más normal es que lo hagas cuando ya te queda poco tiempo para entregar el proyecto, y segundo porque amiga, por muy creativas que seamos, a veces una simplemente se pasa la mañana pensando en lo bien que lo hizo Naiara en OT.
La creatividad no siempre fluye al ritmo que nos gustaría, tener un trabajo creativo es una suerte increíble, pero en ocasiones puede convertirse en un castigo. Por eso mi consejo es que vayas guardando ideas a diario.
Crea una carpeta en guardados de Instagram, abre un bloc de notas en el móvil, crea un chat privado en WhatsApp, un tablero en Pinterest… yo uso todas estas herramientas para mejorar la productividad. Así, cuando en mis ratos libres de desmesurado scrolleo en Reels me encuentre un contenido interesante, o cuando mi mejor amiga haga una broma de “te imaginas hacer eso en tu agencia” y no sea tan broma, pueda apuntar todo en el momento.
Volvemos a lo de la organización: si pretendes acordarte de aquel vídeo que viste la semana pasada y lo consigues tienes mi admiración. Pero con este hábito conseguirás que el día que necesites tirar de ideas te dará hasta rabia porque ¡te aseguro que acaban sobrando!
✨ Sigue a gente que realmente te inspire
Una de las formas más enriquecedoras y bonitas de mejorar la productividad personal (especialmente la personal), es rodeándote de gente que haga cosas chulas. No solo en el entorno laboral, sino que quedar con gente guay con grandes planes y ambiciones sirve para motivarte con el trabajo y proyectos personales. El movimiento atrae más movimiento, o algo así, ¿no?
Lo mismo puedes hacer con tus redes sociales, ¡sigue cuentas que te inspiren de verdad! En Oink hasta hacemos contenido a partir de ello:
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✨ Haz que de alguna forma te apasione lo que estás haciendo
A ver, sé que esto es complicado. No siempre nos puede motivar en lo que estamos trabajando, pero hay que ser una experta en… digamos, la luz de gas hacia nosotras mismas.
¿Cómo que no? Si montar este Excel, añadir más cambios al calendario, esta reunión en la que llevo muteada cuarenta minutos… ¡es divertidísimo!
Quizá no hace falta ser tan exagerada, pero no está de más sacar a relucir el humor cuando menos ganas de hacer cosas tienes. Busca de alguna forma algo, aunque sea un detalle, que te motive a seguir avanzando.
Yo por ejemplo, aunque no soy la gran hater de los Excels, reconozco que pueden llegar a ser algo tediosos. ¿Qué hago? Los yassifico. Como soy una loca de la estética, me centro en ir quedando todo super bonito y con colores mientras lo voy rellenando. Al menos esa tontería me entretiene y mantengo un buen ritmo.
¡Ánimo, seguro que se te ocurre algo!
✨ Trabaja acompañada
Mejorar la productividad no debería ser trabajo individual jamás. Aunque dentro de todos los consejos, a lo mejor este es el que peor puede funcionar (ya que depende mucho de con quién trabajes).
Puede que acabes de charloteo sin darte cuenta, pero también puede que te veas obligada a seguir currando por la presión del “uf, todos lo están haciendo”. No solo en la oficina (truco: ponte cerca de tu jefe, verás como no paras de trabajar, ya te lo digo), sino en cualquier otro lado: cafeterías, bibliotecas, coworkings…
En casa, evidentemente, es mucho más complicado. Aunque si tienes compis de piso o pareja que también trabaja desde casa, tenéis una oportunidad guay de formar un buen team. Sino, para las más modernas, hay muchos canales de Twitch de salas de estudio. Aunque no te puedan ver, y por eso parezca que la presión no existe, todo acaba siendo contagioso, incluso la concentración.
✨ Usa de forma estratégica tus picos de energía
No pretendas aumentar tu productividad personal de forma permanente. Es imposible que siempre tengamos la misma energía, pero en muchos casos es algo rutinario. Por ejemplo, tienes más energía por la mañana que por la tarde por lo general. ¡Pues actúa en consecuencia!
Identifica cuándo se dan estos picos de energía y ponte a hacer primero las cosas que te den más pereza.
Lo ideal es que analices cómo funcionas tú, pero aquí te dejo una gráfica que nos cuenta más o menos cuándo suelen darse:
✨ Establece rutinas, pero también rómpelas
Trabajar en el mismo sitio, tener una serie de hábitos establecidos, la consistencia… todo eso te va a ayudar a que cada vez realices tu trabajo de forma más automática y rápida.
Precisamente estamos hablando de eso, ¿no? De los hábitos para mejorar la productividad personal. Establecer una serie de hábitos crea una rutina. Cuando te acostumbras a una forma de proceder en la que apenas tienes que tomar decisiones, todo es mucho más fluido.
No obstante, todo eso se puede volver en tu contra, ya que hacer siempre lo mismo de la misma forma se convierte en algo aburrido y tedioso. En caso de que tu trabajo sea creativo, eso puede estropear el flujo de ideas. Nuestro cerebro necesita estímulos para generar buenas ideas, y una rutina muy marcada durante mucho tiempo que automatice el trabajo es todo lo contrario a lo que necesitamos, por ejemplo, si nos dedicamos al marketing.
Por eso, sí, es bueno tener una rutina, pero si ves que llega un momento en el que te estancas, no tengas miedo a romperla por completo. Eso puede ser tanto en la forma en la que trabajas, el lugar desde donde lo haces o tus fuentes de inspiración.
A veces, cuando llevamos unos días con mucha pereza y la productividad baja, lo único que necesitamos es salir al balcón a trabajar al solecillo.
✨ Analiza tus movimientos
Siguiendo con eso de no trabajar completamente de forma automática, es importante que estés pendiente de cómo lo haces, ya que analizando tu forma de enfrentarte a cada tarea te irás dando cuenta en qué puntos puedes optimizar, qué movimientos puedes ahorrarte, etc.
Dedica un pequeño tiempo a fijarte y aprenderte algunos comandos, por ejemplo. Así acciones que suponían coger el ratón, moverlo y clicar unas cuantas veces, se convierten en pulsar simplemente un par de teclas.
Este apartado también incluye el siguiente consejo mucho más concreto:
✨ Acumula tareas que sean iguales
No realizar la misma tarea doscientas veces es otra forma de mejorar tu productividad. Por ejemplo, no contestes a un correo cada vez que entre (aunque tú decides si es muy importante). En lugar de eso intenta establecer un horario en el que contestes todos los que tengas en la bandeja de entrada.
En Oink lo hacemos con la programación de contenido: es mejor hacerlo todo de golpe, ya que ahorras abrir las mismas cosas demasiadas veces. Este tipo de tareas es mejor tratarlas como una sola, para que no se conviertan en una interrupción. Es decir, evita el multitasking.
✨ Planifica tus tareas para el día siguiente
¡Llegamos al final! Antes de cerrar sesión y desconectarte, apunta en una lista todas las tareas que tienes pendientes, y si puede ser por orden de importancia, mejor. ¿Por qué? Pues porque los días que tengas mucho trabajo no habrá problema y empezarás al día siguiente con ritmo.
Sin embargo, los días que tengas más relax o que solamente tengas tareas pequeñas, en lugar de una grande, costará más arrancar. Porque estás con menos estrés, porque las tareas menos importantes son más fáciles de olvidar… Siempre hay algo que hacer, pero cuando te has quitado lo gordo de encima es muy fácil quedarse un poco perdida.
Por eso para evitar los tiempos muertos y aumentar la productividad incluso en los días más tranquilos, crea una lista de tareas menos importantes para hacer mañana, tanto puntuales o rutinarias (a veces las dejamos completamente de lado porque nos urge siempre otra cosa).
Venga, que te dejo una lista con ejemplos para el departamento de contenidos:
- Revisar analíticas de posts que mejor y peor han funcionado.
- Buscar cuentas de inspiración.
- Bichear de nuevo qué está haciendo la competencia.
- Encontrar nuevos hashtags y keywords.
- Investigar sobre nuevas herramientas de IA.
- Actualizar los stories destacados.
- Organizar las ideas que ya tienes apuntadas.
Ahora llega la parte comprometedora. ¿Qué consejos vas a incluir en tu rutina? ¿Cuáles se quedarán contigo y cuáles se abandonarán en un mero intento? No te agobies, porque para empezar no todos los hábitos para mejorar la productividad personal funcionan para todo el mundo. A partir de ahí, tú decides qué es para ti.
Elige uno o dos que verdaderamente creas que te pueden beneficiar y comprométete con ellos. O escoge unos cuantos y aplícalos a tu manera. Esto es lo que tiene la productividad, baby, que no existe una receta mágica.
Lo que sí está claro es que con buenos ingredientes, lo más probable es que salga algo rico
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