fbpx
Irene Garcia Breton

 

¿Te suena eso de tener muchos esfuerzos de marketing pero pocos resultados

 

Been there, done that.

 

Probablemente no sea por falta de ganas (que estoy segura que le pones), sino por falta de estrategia. 

 

Y es que el marketing estratégico (de lo que hablaremos hoy, my friend) no es (solo) cosa de grandes corporaciones. 

 

No, señor. El marketing estratégico es la brújula que cualquier marca debería tener antes de lanzarse a ejecutar sin ton ni son.

 

Mira qué poético me ha quedado.

 

Como quiero que seas the fucking master of the Universe sobre el marketing estratégico, en este post te contaré qué es, en qué se diferencia del marketing operativo, cómo aplicarlo paso a paso, ejemplos reales y por qué puede ser ese cambio que tu negocio está necesitando.

 

¿Tamos ready?

 

 

Seguro que también te interesa:

 

que es el marketing estrategico

 

¿Qué es el marketing estratégico?

 

El marketing estratégico es esa parte del marketing que se dedica a pensar antes de actuar. A diferencia del marketing operativo, que se centra en la ejecución, el estratégico se enfoca en analizar el mercado, entender al cliente y definir objetivos a largo plazo.

 

Es como si tuvieras que planear un viaje: el marketing estratégico sería elegir el destino, la ruta y la compañía. El operativo, en cambio, sería comprar los billetes y hacer la maleta.

 

Me pongo en plan empollona un momento: el marketing estratégico analiza el entorno y las capacidades de la empresa para definir un plan de acción a medio y largo plazo que le permita posicionarse de forma diferencial en el mercado.

 

¿Cómo te quedas?

 

 

Características del marketing estratégico

 

Para entender cómo se comporta este tipo de marketing, es clave revisar sus principales características. 

 

No solo lo definen, sino que te ayudan a identificar si lo estás aplicando bien o si te estás quedando solo en la superficie táctica.

 

Luego en los comentarios me cuentas.

 

 

✔️ Enfoque a largo plazo

 

El marketing estratégico no se centra en resultados inmediatos, sino en cómo posicionar tu marca para el futuro. 

 

Aquí no se trata de vender más esta semana (que oye, eso está de lujo), sino de que los usuarios te recuerden dentro de un año. Todo lo que se hace hoy, se hace pensando en mañana (o pasado mañana).

 

Ese enfoque permite construir relaciones con clientes que duran más que un crush de verano. Además, evita el agotamiento de estar todo el día apagando fuegos con tácticas sin rumbo. 

 

La visión es más clara, más estable y con dirección.

 

 

✔️ Análisis como base

 

Olvídate del “yo creo que...”. En marketing estratégico no se improvisa: se analiza. El análisis del entorno, del mercado, de la competencia, del consumidor… todo forma parte del ritual antes de lanzar una acción.

 

Esto no significa quedarte bloqueado por los datos, pero sí basar tus decisiones en algo más que intuiciones. Porque sí, tu instinto puede ser bueno, pero una tabla de Excel bien interpretada puede ser gloriosa. Y mira que le tengo un amor-odio al Excel… pero cuando se hace bien, se hace bien.

 

 

✔️ Diferenciación competitiva

 

En un océano de marcas que dicen lo mismo, el marketing estratégico te ayuda a encontrar tu voz. No para gritar más fuerte, sino para decir algo diferente. Lo que te hace único, relevante y reconocible.

 

Eso no siempre pasa por reinventar la rueda. Que ya te digo yo que es prácticamente imposible. A veces basta con tener un punto de vista claro, un tono propio o una experiencia de cliente que nadie más ofrece. Lo importante es dejar de competir por precio y empezar a competir por valor.

 

 

✔️ Coherencia en todos los canales

 

La estrategia es ese imán que une todo lo que haces. Desde tu web hasta tu newsletter, pasando por tu packaging, atención al cliente o redes sociales. Todo debe hablar el mismo idioma (aunque con acento distinto, y de acentos sé mucho, que pasé 4 años viviendo en Glasgow).

 

Cuando tu marca es coherente, genera confianza. Y cuando genera confianza, vende más. Así de sencillo. O así de complejo, si no tienes una estrategia detrás.

 

 

Beneficios del marketing estratégico

 

Vale, ya sabes qué es y cómo funciona. Pero, ¿por qué debería importarte? 

 

Porque los beneficios del marketing estratégico van mucho más allá de hacer una presentación bonita. Afectan directamente a los resultados del negocio.

 

 

✅ Mejora el posicionamiento en el mercado

 

Uno de los grandes objetivos del marketing estratégico es definir cómo quieres que tu marca sea percibida. No se trata solo de visibilidad, sino de ocupar un lugar específico en la mente del consumidor. 

 

Un buen posicionamiento te permite destacar frente a la competencia, atraer al público adecuado y generar una propuesta de valor difícil de imitar.

 

Por ejemplo, si tu estrategia se enfoca en sostenibilidad, calidad premium o innovación tecnológica, todos tus esfuerzos posteriores deben estar alineados con ese enfoque. Así, tu marca se convierte en referente dentro de ese territorio.

 

 

✅ Aumenta la eficiencia de tus acciones

 

Cuando tienes claro hacia dónde vas, tomas decisiones más rápidas y efectivas. 

 

El marketing estratégico permite priorizar, optimizar recursos y evitar improvisaciones que cuestan tiempo y dinero. Ya no necesitas probar diez cosas a ver cuál funciona: ejecutas con propósito. Y eso, te lo bien aseguro, que vale oro.

 

Además, al trabajar con objetivos medibles y bien definidos, puedes evaluar el rendimiento de cada acción con mayor claridad y ajustar con criterio, no con intuición. Es como dejar de cocinar a ojo y empezar a seguir una receta con medidas exactas.

 

 

✅ Potencia la toma de decisiones

 

Uno de los grandes beneficios del marketing estratégico es que funciona como un marco de referencia. Cuando surgen dudas, nuevos retos o propuestas de cambio, la estrategia te ayuda a decidir qué encaja y qué no con tu visión.

 

Parece algo sencillo, pero sin una visión estratégica, ya te digo yo que esta toma de decisiones se hace interminable.

 

Esto no solo facilita el trabajo del equipo de marketing, sino que alinea también a otras áreas del negocio: ventas, producto, atención al cliente… Todos reman en la misma dirección. 

 

 

✅ Favorece la fidelización de clientes

 

Una estrategia sólida pone al cliente en el centro. Conocer sus necesidades, deseos y frustraciones es clave para diseñar mensajes relevantes, productos adecuados y experiencias memorables. 

 

Y eso, a medio plazo, se traduce en fidelidad. ¡Bendita fidelidad!

 

Los clientes no solo compran productos: se quedan con marcas que les entienden. Eso ya está más que comprobado.

 

El marketing estratégico te permite construir esa conexión a largo plazo que convierte a compradores en embajadores. Es como pasar de citas esporádicas a una relación estable.

 

 

Diferencias entre marketing estratégico y operativo

 

Antes de profundizar, pongamos sobre la mesa qué distingue exactamente al marketing estratégico del operativo. Porque aunque ambos trabajan con el mismo objetivo (hacer crecer la marca y conectar con el público, thank you very much) su forma de hacerlo es muy diferente.

 

El marketing estratégico se encarga de definir el rumbo: qué queremos ser, a quién nos dirigimos, por qué existimos, cómo nos vamos a posicionar. 

 

El operativo, por su parte, aterriza esa visión a través de campañas, herramientas, mensajes, canales y acciones concretas. Uno sin el otro no funciona.

 

Piénsalo así: decidir que quieres posicionarte como una marca saludable, divertida y sin aditivos es estrategia (o el inicio de una estrategia, que lo he dejado muy genérico). Diseñar el packaging, preparar las campañas de Instagram con recetas y lanzar una newsletter con ideas para comer mejor es operativo. 

 

Sin estrategia no sabrías qué tono usar ni qué valores resaltar. Sin ejecución, tu mensaje nunca llegaría.

 

¿La clave? Que trabajen en equipo. Cuando están alineados, la magia ocurre. Cuando no, tienes anuncios bonitos que no venden o estrategias geniales que nadie ejecuta. Y no queremos ni lo uno ni lo otro.

 

 

Comparativa entre marketing estratégico y operativo

 

comparativa entre marketing estratégico y marketing operativo

 

Cómo aplicar el marketing estratégico paso a paso

 

Vale, teoría entendida. Ahora llega lo bueno: cómo pasar de las ideas al plan. 

 

El marketing estratégico se puede (y se debe) aplicar siguiendo una serie de pasos que te ayuden a no saltarte nada importante y a construir una base sólida. 

 

Aquí te dejo una mini guía paso a paso que puedes adaptar a tu negocio o marca.

 

 

1️⃣ Define tu público objetivo

 

¿A quién quieres enamorar con tu marca? No vale con decir “todo el mundo”. Cuanto más específico seas, mejor. 

 

Crea un perfil de cliente ideal (o varios) y entiende qué le motiva, qué problemas tiene y cómo le hablas sin sonar como una newsletter de spam.

 

Aquí es donde entran los famosos buyer personas. No tienen que ser una tesis doctoral, pero sí lo bastante detalladas como para guiar decisiones reales. Porque si no sabes quién es tu público, acabarás hablándole a nadie.

 

 

2️⃣ Analiza tu empresa (análisis DAFO)

 

Ahora toca mirarse al espejo. 

 

¿Qué haces bien? ¿Qué haces regular tirando a “meh”? ¿Qué oportunidades puedes aprovechar? ¿Qué amenazas podrían complicarte la vida?

 

El análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) es la herramienta básica para esto. No subestimes este paso: muchas estrategias se caen porque se construyen sobre una imagen distorsionada de la realidad interna. Y luego vienen las sorpresas.

 

Aquí te dejo una guía + plantilla gratis para que puedas crear el tuyo.

 

 

3️⃣ Investiga tu mercado

 

Aquí es donde te conviertes en detective, amigui.

 

Analiza a la competencia, estudia qué está haciendo el sector, detecta tendencias, hábitos de consumo, huecos que aún nadie ha ocupado… y anótalo TODO.

 

Las herramientas de inteligencia de mercado, las búsquedas en Google, las encuestas o incluso revisar foros y redes sociales pueden darte pistas valiosas. Saber qué pasa fuera de tu burbuja es imprescindible para no acabar vendiendo DVDs en plena era del streaming.

 

 

4️⃣ Define tu posicionamiento

 

Vale, ya sabes a quién te diriges, cómo eres por dentro y cómo es el mundo ahí fuera. Ahora toca decidir dónde vas a plantar tu bandera.

 

El posicionamiento es lo que quieres que la gente piense cuando ve tu logo, entra en tu web o escucha tu nombre. 

 

¿Eres la opción premium? ¿La marca más cercana y humana? ¿La que ahorra tiempo? 

 

Lo importante es que esa idea se entienda en tres segundos y se mantenga en cada punto de contacto.

 

 

5️⃣ Diseña tu propuesta de valor

 

Tu propuesta de valor es tu promesa al mundo. Es el combo entre lo que ofreces, cómo lo ofreces y por qué deberían elegirte a ti.

 

Tiene que ser clara, concreta y centrada en el cliente (decir que tienes el “mejor producto” ya no cuela). ¿Qué resuelves mejor que nadie? ¿Por qué deberían apostar por ti?

 

 

6️⃣ Planifica y controla

 

Con todo lo anterior, toca trazar el plan. Define tus objetivos (SMART, porfa), marca los indicadores para medir resultados, establece prioridades y plazos. Y no te olvides de asignar recursos: presupuesto, personas, herramientas…

 

La parte de control es clave. Porque sí, puedes tener la mejor estrategia del mundo, pero si no mides lo que pasa, no sabrás si está funcionando. Así que revisa, analiza y ajusta. El marketing estratégico no es una foto fija: es una serie en continua evolución.

 

 

Consultoría de marketing estratégico: cuándo y por qué contratarla

 

A ver, seamos realistas. A veces por mucho que leas, estudies y apliques, necesitas ayuda externa. Porque no puedes ser experta en todo, cari. Porque te faltan manos. O simplemente porque quieres una visión más fresca (y menos sesgada por el día a día).

 

Una consultoría en marketing estratégico puede ser clave si:

 

  • Tu marca necesita reinventarse y no sabes por dónde empezar.
  • Tienes muchas acciones sueltas pero cero coherencia.
  • Estás creciendo (o estancado) y necesitas claridad para el siguiente paso.
  • Quieres validar decisiones importantes con criterio externo.

 

¿Y qué hace exactamente una consultora?

 

Pues te ayuda a analizar, pensar, definir, priorizar y planificar. Y si es buena (guiño, guiño), también te acompaña en la ejecución y seguimiento.

 

En Oink, por ejemplo, hemos trabajado con marcas de todos los tamaños para diseñar estrategias desde cero o darles una vuelta con cariño, datos y mucha honestidad. Nada de powerpoints eternos sin aterrizar.

 

Eso sí: asegúrate de elegir una consultoría que escuche más de lo que habla, que no suelte humo y que se implique como si el proyecto fuera suyo. Porque, si lo hacen bien, un poco lo es.

 

 

Conclusiones

 

Llegados a este punto, ya no hay excusas. Ya sabes que el marketing estratégico no es solo para grandes corporaciones con presupuestos desorbitados y pizarras llenas de post-its. 

 

El marketing estratégico es una herramienta esencial para cualquier negocio que quiera crecer con cabeza, diferenciarse en el mercado y dejar de ir como pollo sin cabeza (qué horror de expresión, en serio).

 

Piensa en esto como el GPS de tu marca. Puedes intentar llegar al destino a base de intuición, pero vas a tardar más, gastar más gasolina y probablemente te pierdas un par de veces por el camino. Y te cabrees con el copiloto por enésima vez.

 

Con una buena estrategia, cada acción que tomes tendrá sentido, rumbo y propósito.

 

Y si todo esto te ha sonado bien pero aún no sabes por dónde empezar: nos escribes

 

En Oink nos encanta darle forma a ideas, ordenar caos y construir marcas que molen, conecten y funcionen. Sin humo. Sin dramas. Con estrategia.

TE AYUDAMOS
CON TU
COMUNICACIÓN

    ¡CONVIÉRTETE EN UN CRACK DEL MARKETING ONLINE!

    Consigue la MEGA GUÍA con 37 estrategias TOP
    para aumentar tu lista de suscriptores POR LA CARA

      0 Comentarios

      Leave a Reply

      Your email address will not be published. Required fields are marked *