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Laura Amanda Bahi

Hoy quiero hablarte de un tema que a veces pasa desapercibido, pero que es esencial para el éxito de cualquier negocio: la arquitectura de marca.

 

Es posible que ya hayas esuchado este concepto con anterioridad, pero ¿realmente sabemos lo que implica y cómo puede influir en la percepción que tiene un cliente sobre la empresa?

 

Resumiendo mucho, la arquitectura de marca es la forma en la que organizamos nuestra marca, producto o servicio: por lo que se basa en establecer jerarquías.

 

Si quieres descubrir por qué es tan importante, ¡sigue leyendo! Que te lo cuento ahora mismo en detalle.

 

 

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qué es la arquitectura de marca

¿Qué es la arquitectura de marca?

 

Pero empecemos por el principio: ¿qué es la arquitectura de marca? Imagina por un momento que tu marca es como una gran familia. La arquitectura de marca es, básicamente, el árbol genealógico que organiza a todos los miembros familiares.

 

En términos más simples: se trata de cómo estructuramos las distintas marcas, servicios o productos para que tengan una relación entre sí y con el público. Es el enfoque que organiza el negocio de tal forma que el público pueda comprender mejor la oferta.

 

Puede ser que tengas una marca principal con varias submarcas, o que cada una de las marcas opere de manera independiente: lo importante es que haya una estrategia clara y con sentido detrás de esta organización.

 

¿Para qué sirve todo esto?, te preguntarás. Pues, cuando lo haces bien, ayudas a que tus clientes entiendan fácilmente lo que ofreces, cómo se relacionan tus productos entre sí y qué pueden esperar de cada uno.

 

Además, facilita la toma de decisiones internas sobre el desarrollo de nuevos productos o servicios, y cómo estos encajan con tu marca general.

 

¿Suena bien, no? Ahora vamos a profundizar en su importancia y en los diferentes tipos de arquitectura de marca para que veas cuál es el mejor para tu negocio.

 

 

¿Por qué es importante tener una arquitectura de marca?

 

Tener una arquitectura de marca bien definida es clave para el éxito de cualquier negocio, y te voy a contar por qué.

 

 

✅ Clarificarás tu mensaje

 

Primero, te ayuda a clarificar tu mensaje. Si tus productos o servicios están bien organizados y conectados entre sí, a tus clientes les será mucho más fácil entender qué ofreces y cómo cada pieza encaja en el conjunto.

 

Esto genera confianza, ya que das la sensación de ser una marca coherente y bien estructurada, en lugar de ser un batiburrillo de marcas o servicios sin ningún orden.

 

 

Te permite organizar recursos

 

Cuando tienes claro cómo se relacionan tus marcas o líneas de productos, puedes tomar decisiones más inteligentes sobre dónde invertir tiempo, dinero y esfuerzo. Evitas confusiones internas y externas, y logras que todos los elementos de tu marca trabajen en la misma dirección.

 

 

Fomenta la lealtad del cliente

 

Por último, y no menos importante, una buena arquitectura de marca fomenta la lealtad del cliente. Cuando tu público sabe exactamente qué esperar de ti y cómo se vinculan tus diferentes productos o servicios, es más probable que sigan eligiéndote, porque todo fluye con coherencia.

 

 

Tipos de arquitectura de marca

 

A la hora de estructurar tu marca, existen varios modelos de arquitectura de marca que puedes seguir, dependiendo de cómo quieras que se relacionen entre sí tus productos o servicios.

 

Aquí te dejo los principales tipos de arquitectura de marca existentes:

 

 

 

✨ Arquitectura de marca monolítica (marca única)

 

En este modelo de arquitectura de marca, todo se centra en una única marca que engloba todos tus productos o servicios.

 

Piensa en Google, donde casi todos los productos (Google Maps, Google Drive, Google Ads) llevan el mismo nombre. Este enfoque fortalece la marca principal, pero si un producto falla, puede afectar la reputación de toda la familia.

 

¿Qué ventajas tiene la arquitectura de marca monolítica? Pues que conseguimos optimizar la inversión en imagen, ya que concentramos todos los esfuerzos en una marca sólida.

 

Además, tenemos acceso a la cartera de clientes de la empresa, independientemente de cuál sea la línea de negocio.

 

Como desventajas podríamos destacar el punto mencionado anteriormente: que si una de las patas se tambalea, esto puede tener un impacto directo en la reputación de toda la marca.

 

 

Arquitectura de marcas respaldadas (endorsement)

 

En este modelo, tenemos varias marcas individuales, pero todas están conectadas a una marca matriz que les da apoyo y credibilidad.

 

Un buen ejemplo es Nestlé, que respalda marcas como Nespresso o KitKat. Este enfoque ofrece autonomía a las marcas hijas, pero al mismo tiempo se benefician del respaldo de la principal.

 

Como ventaja de esta tipología de arquitectura de marca destacamos que genera credibilidad de grupo, pero al mismo tiempo ofrece flexibilidad a la hora de crear un código de comunicación propio.

 

Como punto negativo: en situaciones de crisis de una unidad de negocio, nos podemos enfrentar a riesgo de contagio. Además, también podemos encontrarnos con limitaciones cuando la empresa desarrolla actividades muy diversas.

 

 

Arquitectura de marcas independientes (multimarca)

 

En este caso, las marcas funcionan de forma totalmente independiente y no están ligadas visiblemente a una marca madre.

 

Es lo que pasa con Procter & Gamble (P&G), que posee marcas como Pantene, Gillette o Ariel, pero cada una tiene su propia identidad sin referencias a P&G.

 

Aquí la ventaja es que un problema con una marca no afecta a las demás, aunque implica más esfuerzo para posicionar cada una por separado.

 

Estos son los tres tipos principales, aunque algunas empresas optan por combinaciones.

 

Lo más importante es elegir el enfoque que mejor se adapte a tu estrategia y te ayude a conectar de manera clara con tu público.

 

¿Ya tienes en mente cuál encaja más con tu marca?

 

 

¿Cómo definir la arquitectura de marca?

 

Definir la arquitectura de tu marca puede parecer un reto, pero con un enfoque claro, lo puedes hacer de forma estratégica. Aquí te dejo con varios pasos clave para que puedas conseguirlo:

 

 

>> Analiza tu portafolio actual

 

Lo primero es mirar con lupa todas las marcas, productos o servicios que tienes. Haz una lista de lo que ya existe y evalúa cómo se relacionan entre sí. ¿Son marcas independientes o están bajo un mismo paraguas? ¿Qué percepción tienen los clientes de cada una?

 

 

>> Conoce a tu audiencia

 

El siguiente paso es entender bien a tu público: ¿cómo interactúan con tus productos o servicios? Pregúntate si tu audiencia espera que todas tus marcas se conecten de alguna manera o si prefieren que sean independientes. Esto te ayudará a decidir si conviene una arquitectura unificada o más diversificada.

 

>>Define tus objetivos de negocio

 

La arquitectura de marca debe alinearse con tus metas a largo plazo. Si planeas expandirte a nuevos mercados o lanzar nuevos productos, esto influirá en la estructura que elijas. Por ejemplo, si vas a diversificar mucho tu oferta, puede que una arquitectura multimarca sea la mejor opción.

 

 

>> Elige el modelo adecuado

 

Basándote en los análisis anteriores, selecciona el tipo de arquitectura que mejor se ajuste a tu estrategia. Puede ser una marca monolítica si quieres fortalecer una identidad única, o una arquitectura de marcas independientes si buscas tener una presencia más amplia y diversificada.

 

 

>> Crea una jerarquía clara

 

Es importante establecer un orden entre tus marcas. ¿Cuál es la principal y cuáles son las secundarias? Define cómo se relacionan y qué papel juega cada una dentro del conjunto. Esto hará que todo funcione con coherencia y facilite la comunicación interna y externa.

 

 

>> Asegura consistencia visual y verbal

 

Finalmente, y en función del modelo que elijas, asegúrate de que todas tus marcas mantengan una coherencia visual y verbal en su comunicación. Aunque cada marca puede tener su propia identidad, es importante que haya una base común que las conecte, ya sea a través del diseño, el tono de voz o los valores.

 

Seguir estos pasos te permitirá construir una arquitectura de marca sólida, bien estructurada y alineada con las necesidades tanto de tu negocio como de tus clientes.

 

¡El siguiente paso es ponerla en marcha!

 

 

>>Prueba y ajuste

 

Por último, es importante recordar que la arquitectura de marca no es estática. Con el tiempo, deberás ajustar y optimizar la estructura a medida que creces y cambian las necesidades del mercado.

 

Realiza pruebas y recopila feedback para asegurarte de que tu arquitectura sigue siendo relevante y funcional. No dudes en hacer ajustes si descubres que algunas marcas están canibalizando otras o si la percepción del cliente no es la esperada.

 

 

Consejos finales antes de crear la arquitectura de marca

 

Elegir el modelo adecuado de arquitectura de marca depende del contexto en el que se encuentre tu negocio.

 

Factores como el ritmo de crecimiento, la incorporación de nuevos productos a través de fusiones o adquisiciones, la segmentación del mercado, o una expansión internacional influyen directamente en la necesidad de crear o modificar la estructura actual de tu portafolio de marcas.

 

Optimizar el ecosistema de marcas requiere un enfoque estratégico tanto a corto como a largo plazo, con el objetivo de mejorar la eficiencia y alineación entre todas las marcas.

 

Al diseñar una arquitectura corporativa adecuada, no solo se abren nuevas oportunidades de negocio, sino que también se establece un proceso de retroalimentación entre la marca principal y las subsidiarias.

 

Esta interacción puede variar: en algunos casos las marcas pueden alinearse más, conectarse de manera sinérgica, o incluso separarse para mantener su identidad propia.

 

El objetivo es simplificar y ordenar el portafolio, creando líneas de productos claras y manteniendo una jerarquía definida donde las marcas asociadas con la marca principal no interfieran entre sí ni confundan al consumidor.

 


 

Como has podido ver a lo largo del post, definir una arquitectura de marca sólida es un paso fundamental para asegurar el éxito a largo plazo de tu negocio.

 

No solo te permitirá organizar mejor tu portafolio, sino también fortalecer la relación con tus clientes, optimizar recursos y prepararte para futuras expansiones.

 

Sea cual sea el modelo que elijas, recuerda que la clave está en la coherencia, la simplicidad y la alineación con tus objetivos estratégicos. Así que no dudes en invertir tiempo y esfuerzo en construir una estructura que potencie tu marca y te permita destacar en el mercado.

 

Si tienes alguna duda sobre la arquitectura de marca déjanos un comentario y te responderemos encantadas. También puedes escribirnos a hola@oinkmygod.com ¡Esperamos tu mensaje!

 

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